En los meses invernales la niebla cubre las riberas del río Batuecas y sus afluentes dejando al descubierto los picos más altos y dando al valle un aspecto encantado, No hace falta ir por intrincados senderos hasta las cumbres más altas para contemplar este paisaje, esta imagen está tomada desde la carretera que lleva al monasterio de San José a la altura del Portillo
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